“Antes de ser líder, el éxito solo se trata del crecimiento propio. Una vez que te vuelves un líder, el éxito se define por el crecimiento de otros”. – Jack Welch.
El nuevo año que iniciamos exigirá las mejores habilidades directivas más allá del sector e incluso del lugar en el mundo en el que estemos. Incertidumbre y transformación son las estrellas del Norte que prácticamente todas las organizaciones persiguen. Las habilidades de liderazgo serán la clave para llegar a buen puerto.
Entre las 23 habilidades y competencias de liderazgo que destaca el portal Team Building, destacamos estas seis que creemos son los multiplicadores del éxito o fracaso de una empresa.
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Inteligencia emocional
Por mucho que hablemos de inteligencia emocional parece que nunca es suficiente. Liderazgo e inteligencia emocional es un binomio imprescindible para buena evolución del negocio y de las empresas en sí. En el día a día los líderes se enfrentan a una variedad de situaciones delicadas y estresantes, y necesitan buen juicio para poder operar adecuadamente en tales circunstancias. Comprender lo que los colaboradores podrían estar pensando o sintiendo en determinadas situaciones ayuda a los directivos a tomar decisiones que apoyan a sus equipos. Estos líderes tienen menos probabilidades de frustrar a los empleados y es más probable que se conecten más profundamente con los miembros del equipo.
Los líderes que saben leer las emociones y predecir potencialmente las reacciones, pueden mantener alta la moral de los empleados y evitar muchos conflictos en el lugar de trabajo. Además, pueden reaccionar en tiempo real y cambiar de táctica en medio de una conversación, por ejemplo, si notan que los miembros del equipo se retiran de la conversación o muestran un lenguaje corporal cauteloso. Estas habilidades ayudan a reducir la tensión y detectar problemas antes de que sucedan. La inteligencia emocional simplemente ayuda a crear mejores equipos y a fomentar mayores niveles de confianza.
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Construcción de relaciones
La construcción de relaciones es uno de los rasgos más esenciales de los buenos líderes. Para obtener una posición de liderazgo, un profesional debe mostrar aptitud para llevarse bien con los demás. Los líderes interactúan y trabajan con una amplia variedad de personas, desde el equipo que administran hasta los altos mandos, los compañeros directivos y los departamentos colaboradores, los clientes y los proveedores. Para hacer el trabajo de manera eficaz, los líderes deben saber cómo conectarse y comunicarse con estos diferentes grupos e individuos. La relación entre el supervisor y los supervisados es especialmente importante, ya que los líderes solo pueden desarrollar sus informes a través de una relación positiva y un contacto repetido.
Más allá de hacer conexiones 1: 1, los líderes también deben saber cómo fomentar las relaciones entre los miembros del equipo. Los líderes unen a las personas en torno a una visión común y objetivos compartidos, y mantienen fuertes esos vínculos fomentando la comunicación y el respeto entre el grupo. Para lograr armonía y cooperación, los líderes deben saber cómo construir y mantener los lazos de grupo.
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Resolución de problemas
La resolución de problemas es una de las habilidades de liderazgo más esenciales. Los líderes dedican una cantidad significativa de tiempo a apagar fuegos y resolver problemas para los clientes, la empresa y el equipo. Y es que líderes formales (y a menudo informales) son aquellos a quienes los colegas buscan en busca de consejo y ayuda, y a menudo tienen la última palabra sobre el curso de la acción.
Estas personas necesitan saber cómo pensar fuera de la caja, imaginar nuevas soluciones, predecir consecuencias y probar teorías de bajo riesgo. Esta cualidad separa a los líderes del resto de la plantilla. Incluso sin un título oficial, los líderes acuden en ayuda de sus compañeros de trabajo, intercambian ideas e intentan solucionar los problemas y mejorar las formas de operar.
Estas personas también necesitan saber cómo resolver problemas en entornos grupales, ya que el trabajo moderno gira en torno a la colaboración. Más aportes significa una mayor variedad de ideas, y un líder debe saber cómo elegir las mejores ideas. Los líderes también deben aprender a guiar a los compañeros de equipo a través del proceso de resolución de problemas en lugar de solucionarlos automáticamente. Este enfoque ayuda a los equipos a ser más hábiles y autosuficientes.
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Toma de decisiones
El liderazgo implica la constante toma de muchas decisiones. A menudo, estas personas tienen la última palabra en las decisiones difíciles y, muchas veces, necesitan elegir un camino con información imperfecta e incompleta. Estas decisiones tienden a involucrar grandes presupuestos o afectar a las operaciones o a los empleados.
Los grandes líderes tienen la confianza y la competencia para tomar decisiones acertadas rápidamente. Estos directivos saben cuándo esperar para obtener más información, cómo obtener más información y cómo evaluar las opciones y elegir la mejor opción.
Los grandes tomadores de decisiones pueden predecir consecuencias y complicaciones, y pueden prepararse para los mejores y peores escenarios. Estos líderes también pueden explicar y defender sus decisiones ante los diferentes stakeholders: superiores, sus propios equipos y otros departamentos, y saber cómo hacer que otros se unan al plan.
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Persuasión
La persuasión es la diferencia entre jefes y líderes. Los jefes hacen que los miembros del equipo sigan las órdenes, pero los líderes logran que los miembros del equipo crean y compren una visión. Es importante que los líderes puedan transmitir la importancia de una misión. La persuasión es esencial para lograr que los colegas se unan a una causa. Los grandes líderes pueden expresar la importancia de la misión y hacer que los miembros del equipo crean en el liderazgo y en ellos mismos. La persuasión enciende la pasión. Los líderes más hábiles no solo convencen a los miembros del equipo para que cooperen, sino que también los inspiran a colaborar. Cuando estas personas se ganan la confianza de sus compañeros, los compañeros de trabajo cuestionan menos sus decisiones y las siguen por instinto. Estas personas pueden ganarse la confianza al mostrarles a sus colegas que el plan es lo mejor para ellos y para la organización.
La persuasión es una habilidad especialmente útil para los líderes emergentes. Dado que estos profesionales no tienen un historial de experiencia y éxito para demostrar su destreza, deben convencer a sus superiores para que crean en ellos y se arriesguen.
Los líderes deben obtener la aceptación de las partes interesadas y deben saber cómo persuadir a los diferentes grupos implicados y cómo modificar el enfoque para que se adapte a la situación y al individuo.
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Compromiso
La mayoría de la gente piensa en los líderes como el jefe de la cadena de mando. En realidad, los líderes están menos en la cima y más en el medio. Ningún líder tiene autoridad o control completos. Incluso los presidentes y directores ejecutivos deben someterse a fuerzas externas, como los inversores y los miembros de la junta, las condiciones del mercado y globales, la industria en general y el público.
Los líderes se encuentran constantemente en situaciones en las que deben negociar acuerdos entre las partes y encontrar las mejores soluciones para los intereses de todos. El compromiso es una habilidad de management esencial a dominar. Los líderes deben saber cómo jerarquizar intereses en competencia y navegar los conflictos de manera que satisfagan a todas las partes involucradas.
Estos líderes aprenden a presentar argumentos, moderar discusiones, intercambiar ideas sobre soluciones y lograr que las partes estén de acuerdo. Encontrar una solución perfecta es algo poco común, y los expertos comprometidos saben cómo encontrar un término medio. Estas personas saben cuándo negociar más y cuándo llegar a un acuerdo, y cómo encontrar soluciones que sirvan a todas las partes interesadas.
“El mejor ejecutivo es aquel que tiene suficiente sentido común para elegir buenos hombres para que hagan lo que él quiere que se haga, y el suficiente autocontrol como para no inmiscuirse mientras lo hacen.” – Theodore Roosevelt