Son días difíciles en los que perder talento es un lujo que no nos podemos permitir, y menos si es directivo. Desde esta premisa, os invito a acompañarme en este análisis sobre lo que hoy hace a una empresa atractiva, ser como dicen los ránquines una de las mejores empresas para trabajar, especialmente si queremos captar el mejor talento directivo, senior y del alto rendimiento.
Más allá de nuestro momento vital, que influye muchísimo a la hora de identificarnos con una empresa, una cultura corporativa o unos estilos de liderazgo, hay factores universales que hacen a una empresa más o menos atractiva para atraer y retener talento:
Sentido de pertenencia. Más allá de la posición en la compañía, es importante no sentirse un simple objeto generador de beneficios y o de productividad. Identificarse con la empresa, con sus valores es clave y dedicar todo el esfuerzo necesario para trabajar la razón de ser de una compañía. Hay que construir la sensación de ganar juntos cuando los tiempos son buenos y de mantenerse unidos cuando los tiempos son difíciles. Esto solo funciona si se predica con el ejemplo desde la alta dirección. La unidad y la comunidad también crean condiciones para una mejor cooperación de los empleados.
Equidad interna. Evitar favoritismos, el politiqueo, que los profesionales destaquen por sus resultados, pero también por la forma en cómo los llevan a cabo. No vale todo. La equidad tanto en aspectos retributivos como en reconocimiento. Sorprendentemente, el salario justo no es el factor que más afecta a la satisfacción general en el lugar de trabajo y la intención de quedarse en esa empresa por parte de los directivos y los empleados. Otros aspectos menos tangibles del lugar de trabajo, como el reconocimiento y el liderazgo fuerte, juegan un papel mucho más importante.
Liderazgo. Líderes en los que puedas confiar, honestos, con un elevado sentido de la ética, credibilidad, y que sepan desarrollar a los equipos y tratarlos con respeto. Hay que tener en cuenta que el primer motivo de abandono de una empresa sigue siendo la relación con el responsable directo y la pérdida del norte en el caso del talento directivo.
Capacidad de innovación de la compañía. Cuando la cultura de la empresa valora la innovación y los lideres crean un entorno seguro para expresar ideas y hacer sugerencias, los profesionales, sean del nivel que sean, dan lo mejor de ellos, porque se cuenta con ellos.
Confianza. Hoy en día lo vemos aún más en medio de la pandemia. A algunas empresas les ha costado mucho dar el salto o mejor dicho aceptar que gran parte de sus empleados tenían que trabajar en remoto. Si confiamos en los profesionales ganarán en autonomía y responsabilidad. Este es un aspecto crucial, ya que cada vez más los profesionales buscan entornos de trabajo flexibles donde la presencia física no es tan relevante. Pero muchas empresas consideran que pierden el control si los empleados no están físicamente en la oficina. Evidentemente siempre es bueno que haya un equilibrio. Así que más allá de nuestra posición saber adaptarse a los tiempos es vital.
El siguiente paso a analizar, si es que estamos en un proceso de selección o en búsqueda activa, es si…
¿Me conviene esta empresa?
Aunque dependerá mucho de los conocimientos, experiencia y motivaciones de los candidatos, siempre será importante poner el foco en conocer:
- El posicionamiento de la empresa dentro de su segmento o de su sector
- Proyecto empresarial
- Capacidad de innovación
- Nivel tecnológico
- Empresa cotizada o no cotizada
- Multinacional o empresa familiar
- Reputación, imagen pública
- Tipo de cultura, más orientada al poder, a las normas, a los resultados, a las personas…
- Estilo de liderazgo
- Posibilidades de desarrollo profesional
- Situación financiera: ingresos, cashflow, Ebitda, nivel de endeudamiento…
- Cualificación de los empleados
- Presencia internacional
- Retribución de mercado (si está por encima, en la media o por debajo)
Por otro lado, hay que tener en cuenta que lo que antes se valoraba más hoy no es tan relevante para muchas personas. Por ejemplo, antes era muy habitual valorar la antigüedad de las empresas. Hoy puede ser incluso un hándicap para algunos directivos y profesionales si no han demostrado capacidad de innovar, si la marca no ha evolucionado, o si el sector ha dejado de ser atractivo. Empresas muy jóvenes pueden atraer mucho talento si tienen un proyecto puntero y líderes o empresarios reconocidos en el mercado. Creo que en la actualidad se está más dispuesto a asumir más riesgos que antes. La alternativa ya no es A, B o C.
Empresas que valoran el talento
Por último, las mejores empresas para trabajar valoran y cuidan el talento interno pero con un alto nivel de exigencia, por lo que la selección de los directivos y profesionales más preparados es crucial. Son equitativas, desarrollan a sus personas y los retribuyen adecuadamente.
En este entorno de alto rendimiento, los buenos profesionales sienten que están creciendo. De hecho, hay compañías que consiguen retener el talento durante muchos años, si bien la empresa para toda la vida es una especie en clara extinción.
-
Este artículo se puede completar con el reportaje de Expansión, realizado por Montse Mateos, sobre Cómo encontrar la mejor empresa para trabajar.