Estamos avisados y no hay demasiado tiempo para distracciones. Las empresas que no aborden la sostenibilidad en sus consejos de administración tendrán que afrontar un mayor escepticismo en los mercados frente a las que sí lo hagan, lo que encarecerá el coste del capital, lo dice BlackRock cada dos por tres, y Larry Fink en sus ya populares cartas anuales a los Ceos.
En este contexto, los desafíos no son pequeños y a los consejos de administración les toca incorporar la especialización en sostenibilidad, lo cual es una preocupación creciente en las compañías cotizadas y en las no cotizadas. Justamente ESADE, Center for Corporate Governance, y Georgeson, hacía público recientemente su estudio “Las comisiones de Sostenibilidad de las compañías cotizadas españolas: áreas de responsabilidad, perfiles, tendencias y retos”, sin duda un buen mapa para navegar en la tormenta perfecta que afrontan hoy los gobiernos corporativos. El tsunami regulatorio que atraviesan las compañías cotizadas en el ámbito de la sostenibilidad, junto a que las comisiones existentes son órganos de reciente creación en el seno de los consejos de administración, hace necesaria la profesionalización.
Perfiles, tendencias y retos: conclusiones
- “Un elevado porcentaje de los consejeros entrevistados considera muy relevante contar, entre los perfiles de los miembros de las comisiones de Sostenibilidad, con competencias en el ámbito de la estrategia en sostenibilidad (76%), experiencia previa en ética y cumplimiento (71%), estrategia general (67%) y gobierno corporativo (57%).
- En cuanto al perfil idóneo para presidir la comisión de Sostenibilidad, han identificado cierta heterogeneidad en las respuestas: mientras que una parte de la muestra opta por perfiles con visión global del negocio, otra parte se inclina por perfiles cercanos al mundo de la sostenibilidad en sentido estricto.
- La formación en materia de ESG resulta hoy uno de los contenidos clave de los planes de actualización/formación de los Consejos en España.
- El directivo que más interactúa con esta comisión es el responsable de sostenibilidad. El Ceo asiste como invitado a las reuniones de la comisión de Sostenibilidad de forma recurrente. Esto tiene que ver, principalmente, con la puesta en marcha de numerosas iniciativas en el ámbito de la sostenibilidad, a nivel estratégico y táctico, en las que el CEO está fuertemente involucrado, demostrando la relevancia que está adquiriendo la materia en la gestión de nuestras grandes compañías. El amplio número de directivos que interactúan con la comisión, relacionados no solo con las áreas especializadas en alguno de los pilares del ESG, sino también con las funciones claves en el modelo de “defensa” y gestión de los riesgos de las compañías, es indicativo de la creciente sofisticación y profundidad que está adquiriendo la labor de estas comisiones.
- En cuanto a la medición de los KPI de sostenibilidad, existe una demanda unánime respecto a la necesidad de disponer de una mayor estandarización de estos, en especial de los referentes a medioambiente y cambio climático, y del desarrollo de nuevas certificaciones o acreditaciones de carácter general o global.
- Existe un consenso generalizado acerca de la necesidad de coordinación entre las diferentes comisiones a la hora de abordar los temas ESG. Así, casi un 91% de los entrevistados está totalmente de acuerdo en que debe existir interacción estructurada, principalmente, entre la comisión de Sostenibilidad y la comisión de Auditoría. Asuntos como el reporte no financiero, los mapas de riesgos ESG o los asuntos relativos al complimiento requieren la interacción de ambas comisiones por las implicaciones que estos asuntos tienen en el día a día de sus actividades.
- La pandemia ha sido un catalizador de muchos ámbitos tratados en el seno de las comisiones de sostenibilidad de las compañías cotizadas españolas, siendo el refuerzo de los contenidos sociales en sus agendas quizá el más relevante”.
Reconocemos que la integración de la sostenibilidad en la estrategia puede asociarse con distintos tipos de ventaja competitiva para las empresas y, de hecho, existen ya estudios que evidencian cómo la sostenibilidad puede afectar la rentabilidad, ya hablemos del acceso a los mercados financieros, la obtención de mejores resultados en innovación, la atracción preferente de capital humano y el compromiso de los empleados, la fidelización de clientes y el refuerzo de la imagen en los mercados internacionales.
Sin embargo, de manera general se plantea el reto de la supervisión y la medición de la sostenibilidad. Las empresas están elaborando planes directores de sostenibilidad en los que integran el conjunto de proyectos e iniciativas en este campo e incluyen una serie de indicadores clave para su seguimiento. Se trata de una práctica que se irá consolidando, al igual que ocurre en otros ámbitos de la gestión empresarial, en los que necesariamente habrá que pasar por una estandarización de criterios para medir los indicadores de sostenibilidad. Ello permitirá que el conjunto del mercado a nivel internacional pueda tener una visión más objetiva de la situación de cada empresa y facilitará a los consejos de administración o a las comisiones especializadas hacer un mejor seguimiento de todos estos asuntos de tanto impacto.
La tormenta perfecta está preparada ahora solo queda contar con los mejores marineros…