¿Le contratarán antes por ser buena persona? La respuesta de Recarte & Fontenla, Executive Search, es no solo pero sin duda es un plus innegociable. Vivimos días en los que el propósito y los valores no pueden estar en un segundo plano. Hoy los factores ESG (Environmental, Social, Governance) son un must do en todas las organizaciones con una responsabilidad social corporativa clara y vocación de futuro. De hecho, hoy estos tres criterios son clave a la hora de invertir en una sociedad, como signo de valor a largo plazo.
Para nuestro socio Andrés Fontenla, no hay duda ni conflicto, citando algunos rasgos que identifican a las buenas personas: «Es alguien que se vuelca hacia los demás (amable, generoso) y que se identifica con el equilibrio, el compromiso, la ecuanimidad y el hecho de confiar en los demás. No es egocéntrico, ni soberbio, ni desconfiado». No obstante, cree que «para buscar buenas personas hay que serlo. Se trata de un afán que está dentro del ser humano». Nuestro socio director apuesta por el tándem «eficacia – buena persona», como fórmula ante la evolución profesional o la búsqueda de empleo. Como suele decir, «no vale todo si pretendemos desarrollar una vida profesional exitosa sostenida y sostenible».
La pregunta la planteaba Tino Fernández, redactor jefe de Expansión, ante «la cuestión -y más con la nueva relación profesional provocada por la pandemia- es si ser una buena persona se puede poner al nivel de las habilidades que nos ayudan a encontrar trabajo o a progresar en el que tenemos». En este enlace se puede leer el tema completo que cuenta con la opinión de otros expertos.