«El primer paso para cambiar a una mentalidad de crecimiento es perder aquello tras lo que nos estábamos escondiendo para descubrir que nos estábamos escondiendo». Es una de las reflexiones que el diario Expansión destaca a nuestro socio director Germán Nicolás, en su artículo «Así puede cambiar su mentalidad para tener una nueva vida laboral», con el que dibuja un eficaz mapa para aprender a construirnos una mentalidad de crecimiento.

A la pregunta: ¿Cómo cambiar una mentalidad fija a una de crecimiento? ¿A qué hay que renunciar? La respuesta de Germán Nicolás fue:

Tiene que ver con cómo funciona nuestra mente. A la mente le encanta analizar de forma retrospectiva los eventos de nuestra vida; interpreta lo que nos ha pasado mediante un proceso que consiste en repasar los hechos y sacar conclusiones. Esas conclusiones cristalizan en una serie de creencias personales que determinan cómo nos vamos a relacionar con nosotros mismos, los demás y las circunstancias que nos rodean. Son esas creencias las que acaban formando una mentalidad fija que nuestra mente se encarga de repetir machaconamente en una especie de conversación interior que a menudo nos pasa desapercibida y nos dice cosas como “no sirvo para esto”, “nunca conseguiré esto otro”, “si me arriesgo lo lamentare”, etc. Esa es la mentalidad fija en acción…o, más bien, en inacción porque el resultado es que nos quedamos atascados en nuestros miedos, complejos y prejuicios.

El primer paso para cambiar a una mentalidad de crecimiento es perder aquello tras lo que nos estábamos escondiendo para descubrir que nos estábamos escondiendo. Hay momentos en los que de manera inesperada nuestras percepciones interiores se ven desafiadas por sucesos externos, en los que lo que aquello que asumíamos, imaginábamos o deseábamos choca de bruces con la realidad.

Por ejemplo, he visto a muchos directivos que han vivido la pérdida de su trabajo como una verdadera epifanía, no buscada, pero que les ha hecho descubrir muchas cosas sobre su vida y por eso no es infrecuente que acaben diciendo “es lo mejor que me podía haber pasado”.

Claves para el cambio profesional

Desde la visión de Germán Nicolás, lo que necesitamos para liberarnos de nuestras ataduras e iniciar un cambio en nuestras vidas no es encontrar la verdad sino las mentiras que nos controlan. Necesitamos encontrar y acabar con todas las demandas, juicios y acusaciones que nublan nuestra visión y nos impiden vernos como somos. A menudo vivimos como si camináramos ciegos, arrastrando mitos e historias que perpetúan nuestro dolor. Pero cuando eliminamos esas creencias limitantes como si fueran escamas en nuestros ojos, entonces somos capaces de ver nuestro auténtico yo y elegir libremente nuestro camino sin dejarnos condicionar por el pasado.

Sobre el papel que desempeñan las organizaciones, asegura que muchas han lanzado programas para ayudar a sus empleados a desarrollar una mentalidad de crecimiento. Pero también hay otras muchas que han desarrollado culturas basadas en el control y la jerarquía que limitan y empequeñecen a sus empleados.

Edad y cambio, ¿interfiere?

Dice Daniel Pink que “Las únicas personas que no se arrepienten son las que tienen daños cerebrales, los sociópatas y los que padecen enfermedades neurodegenerativas. Los demás tenemos remordimientos. Y cuando los afrontamos adecuadamente, pueden marcarnos el camino a seguir…”. A todos nos pesa nuestro pasado, pero todos podemos liberarnos con un puro y simple acto de voluntad, expone Nicolás. 

Sobre cómo alcanzar el equilibrio entre una mentalidad fija y de crecimiento, Germán Nicolás es claro: «Me temo que es imposible. Nuestra mente siempre estará susurrandonos reproches y limitando nuestras posibilidades. ¡Estamos construidos así! Lo que sí podemos es aprender a darnos cuenta de ello y adquirir las habilidades para escapar de nuestra adicción a la mentalidad fija».

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