A partir del 1 de agosto entra en vigor la norma europea que obliga a la transparencia salarial. Los sueldos serán públicos y todos los aspirantes a un empleo conocerán el salario y las condiciones laborales del puesto al que optan antes de la entrevista personal. Según Carlos Recarte, socio director de Recarte &Fontenla executive search, la entrada en vigor de la norma tendrá un mayor impacto en aquellas organizaciones que tengan poco ordenada su política salarial. En su opinión supone una oportunidad para hacer las cosas bien: «Es un tema que no sólo atañe a RRHH. Implica hablar con el negocio y manejar información de mercado… se trata de diseñar una nueva estrategia basada en la equidad interna y la competitividad externa». Augura Recarte que vendrá bien para evitar posibles sesgos salariales.
Como expone Montse Mateos, en su artículo titulado «Sueldos al descubierto, adiós al tabú del ‘cuánto gano'», «la transparencia salarial será de obligado cumplimiento a partir del 1 de agosto. Ese día entra en vigor la directiva (UE) del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a unas condiciones laborales transparentes (2019/1152, de 20 de junio de 2019). Significa que el candidato a un puesto conocerá el sueldo y las condiciones laborales del mismo antes de acudir a la entrevista de trabajo. Tener esta información implica un cambio importante en los procesos de selección: el aspirante juega con ventaja ya que los posibles sesgos salariales serán públicos y, lo más relevante, conocerá de antemano cuál será su sueldo».
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