En el mundo de la empresa “se requieren profesionales y directivos valiosos que aporten gran capacidad resolutiva, con resiliencia para abordar los grandes retos que se plantean, con dotes de organización muy eficiente de los recursos, y al mismo tiempo una gran creatividad para resolver cuestiones complejas y saber intuir las tendencias de futuro. Todo ello con un gran empuje que permita tirar del carro acompañado de carisma y liderazgo para conducir a la empresa al siguiente nivel”. Así sintetizaba nuestro socio director Andrés Fontenla, las habilidades que se convertirán en una vacuna contra el paro, reportaje de Expansión, realizado por Montse Mateos.
¿Crisis u oportunidad?
Para nuestro socio, las crisis son momentos también de oportunidad dado que cambian las circunstancias. En ocasiones, para el directivo implicará salir del amodorramiento, o bien asumir un protagonismo inusual dentro de la propia empresa, por ejemplo al adquirir su área de especialización una singular relevancia que no tenía hasta el momento, o bien porque en la adversidad hay personas que se crecen y es cuando sacan lo mejor de sí mismas.
Los directivos que sepan ver los reveses y la adversidad como retos y oportunidades para aprender y crecer, sin duda, saldrán reforzados. Hoy hacen faltan personas que reinterpreten la realidad de una manera constructiva, que se pregunten de qué otras maneras pueden ver la situación que atraviesan y cómo llegar al mejor desenlace.
Cuidado con la parálisis por análisis
En las etapas de crisis y dificultad económica no es muy recomendable regodearse en el análisis y hay que evitar dar demasiadas vueltas a los temas. Se trata de poner el foco en las oportunidades, no en los problemas. Es necesario tomar decisiones si te corresponde hacerlo o bien ejecutarlas rápidamente y de forma excelente si es lo que te toca. Las reuniones ineficaces también confío en que sean cosa del pasado, así como los egos desajustados. Un profesional eficaz es más que consciente de que no existen los logros en solitario.
Seniority, la garantía de la experiencia
En estos momentos de adversidad creo que la seniority ocupa un papel más destacado, puesto que es muy apreciado contar con directivos capaces, que estén curtidos en los retos que se plantean, que saben actuar sin titubeos y, algo muy importante, cuentan con el liderazgo para influenciar a los equipos. Siempre y hoy más, la edad debería ser irrelevante más allá de la necesaria experiencia que requiere una determinada posición.
Las cinco habilidades esenciales
Estamos en un momento de valientes que implica saber actuar sin miedo pero al mismo tiempo con prudencia y valorando bien el terreno que se pisa para no caer en la temeridad. Mi recomendación es que pongan toda la carne en el asador, que no se reserven, sino que den un paso adelante y ofrezcan lo mejor de lo que son capaces, desde la humildad pero dejando ver que en su ADN conviven el aprendizaje continuo y la capacidad de superación orientada no solo a la solución de problemas, sino también a la innovación. Necesitamos personas que sepan aunar contrastes, versátiles y auténticas. Necesitamos directivos que sumen:
- Liderazgo adaptativo e inspirador
- Valentía con resiliencia y compromiso
- Excelencia operativa
- Enfoque estratégico
- Energía y empuje
Pero sobre todo con la visión de la excelencia en sus retinas. Como suele decir Tom Peters:
“La excelencia en la gestión empresarial no es un gran plan. Está simplemente en lo que haces en tus próximos cinco minutos”.
Si de cinco en cinco minutos nuestra realización apunta a la excelencia, el éxito llegará con seguridad. ¡Buena suerte!