El mejor consejo que te puede dar un headhunter: La «carrera profesional» no existe. Me dedico a evaluar y seleccionar directivos y después de haber entrevistado en mi vida a centenares de ellos, lo he comprobado.
Cuando yo me gradué me enseñaron que en las entrevistas de trabajo había que preguntar por la carrera profesional que te proponían. Nos hicieron creer que había que seguir ciertos pasos e hitos en un calendario específico que incluyera empresas, industrias, puestos de trabajo y títulos concretos para alcanzar el éxito profesional.
Con los años, he descubierto que las personas que piensan así no aprovechan todo su potencial y acaban por no disfrutar de sus trabajos, porque nunca pueden estar contentas con lo que hacen en el momento presente.
Tres ideas clave para que disfrutes de tus sucesivos trabajos:
- El mundo se ha vuelto impredecible así que debes aprovechar las oportunidades que se te presenten.
- Porque las oportunidades surgen en sitios y momentos insospechados. He conocido a gente que trabajaba en una panadería y es ahora analista de datos o a un mecánico de tuneado de coches que es ahora UX Specialist.
- Con el tiempo y lo que hoy te parece atractivo quizás mañana no lo sea.
Jean-Marc Tilliard, que fue CEO de Unilever en España y uno de los mejores jefes que he tenido en mi vida, decía: “el planning es más importante que el plan”. Y tenía toda la razón.
Sigue siendo muy importante tener objetivos profesionales y una idea general sobre hacia dónde quieres que vaya tu carrera. Sin embargo, es todavía más importante que estés plenamente centrado en lo que haces en cada momento, vayas desarrollando tus capacidades en el trabajo, aprendas todo lo posible, contribuyas y seas lo más valioso posible para tu organización.
Además, es muy importante que encuentres grandes mentores y establezcas relaciones con personas que te aporten algo. Si combinas todos estos elementos y actúas de esta manera con perseverancia, te garantizo que tendrás una carrera de éxito.
“La mejor forma de predecir el futuro es crearlo”. Peter Drucker