¿Cuáles son los nuevos ingredientes en estos momentos de pandemia y cuáles empiezan a ser prescindibles en un entorno en el que se impone una nueva manera de trabajar? Esta y otras preguntas nos lanzó la periodista Montse Mateos a un grupo de expertos para elaborar su reportaje “Así será el nuevo modelo de compensación total en 2021”. De ellas nace este artículo, que confío sea una buena guía.
Desde una perspectiva de compensación total, junto al componente económico, sigue siendo más relevante que nunca el proyecto de empresa, su propósito, el aprendizaje y ahora más que nunca la experiencia de empleados.
La crisis está poniendo patas arriba los esquemas de compensación económica de profesionales en un contexto de pura supervivencia. El año 2020 ha implicado medidas muy extraordinarias para los directivos como son la supresión (o disminución drástica) de la retribución variable. También los planes de incentivos a largo plazo han sufrido un impacto en la crisis pues suelen estar vinculados al desempeño y a los resultados de la empresa, al igual que la retribución variable. En un contexto de paralización de la actividad económica estos elementos de la retribución tienen un impacto directo. Y lo que es más, la retribución fija también se ha visto comprometida y en muchas empresas se ha acordado una reducción considerable del salario de directivos como medida de gran excepcionalidad.
Paquetes retributivos en días covid
De forma general las empresas están reforzando la experiencia de empleado y todo lo que tiene que ver con el bienestar y el cuidado personal (wellbeing) especialmente de los colectivos que están de forma remota.
Como ingredientes estrella, hoy proponemos todo lo relacionado con la protección del bienestar debido a la modalidad sobrevenida del teletrabajo, dado que ha provocado un nuevo entorno laboral al que no estábamos acostumbrados, e impacta en el aislamiento o la soledad. Por tanto, es crucial todo lo que tenga que ver con experiencias gratificantes del empleado en el contexto del trabajo a distancia, que favorezcan su acompañamiento para que no se sientan solos y en definitiva fortalezca su vinculación.
En el apartado pensiones, también cobrarán importancia los planes de empleo, aquellos en los que empresa contribuye con la misma cantidad que el empleado, en perjuicio del plan de pensiones individual cuyo límite de desgravación se ha reducido legalmente de forma significativa. Por otro lado, caen en desuso otras compensaciones como el comedor de empresa, transporte al trabajo o la plaza de aparcamiento.
Cautela es la consigna
Hay que tener en cuenta que todas las medidas excepcionales que se han tomado para hacer frente a la pandemia siguen en vigor, aunque necesariamente tienen una duración determinada. No obstante, la vuelta a la situación precovid solo será posible siempre que la empresa haya podido recuperar su actividad. Hay muchas compañías y sectores completos cuyo desarrollo está en cuestión (turismo, hostelería, restauración… por citar algunos) y la gran mayoría de sus empleados todavía viven amparados por los ertes.
Las empresas están siendo muy cautelosas a la hora de planificar la retribución económica ya que la incertidumbre sigue siendo muy elevada. Hay colectivos en los que la compensación variable es necesaria, como es el caso del desarrollo de negocio y la actividad comercial. La alta dirección demanda normalmente también una retribución variable vinculada a la buena marcha de la empresa, aunque en la situación actual tiene una responsabilidad emocional de sacrificio y de ejemplaridad que deberá acotarse en el tiempo para que no quiebre el compromiso por agotamiento.
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