En un interesante artículo sobre los trabajadores perezosos, Carlos Recarte, socio director de Recarte&Fontenla, asegura que no se trata de los peores empleados. A su juicio, en ocasiones detrás de ellos se esconden personas con una «gran inteligencia y capacidad, y en cuya eficiencia realmente se puede confiar». «La historia nos brinda ejemplos de famosos personajes perezosos. Es el caso de Charles Darwin, que se dormía en clase, pasaba la mayor parte del tiempo en pubs… o Winston Churchill, quien no fue a la Universidad y no tenía ningún interés por practicar deporte. Otros ejemplos: Einstein solía decir que el aburrimiento es una gran herramienta para desarrollar tu imaginación y creatividad. Newton, Picasso, etc. Sin embargo, lograron un éxito increíble y su fama perdurará a lo largo de los tiempos. Eso prueba que la gente perezosa puede llegar muy lejos».