En un artículo publicado en Expansión sobre cómo ser popular en el trabajo sin morir de éxito, el periodista considera que destacar por sus conocimientos le convierte en un firme candidato a un ascenso, pero el talento no siempre es el mejor argumento para convencer al jefe. Andrés Fontenla, socio director de Recarte&Fontenla, recomienda, por su parte, que es preciso «medir las fuerzas y mantener una imagen equilibrada para conseguir el respeto de los que están alrededor y de los que enjuician su contribución, porque los excesos se pagan. Alardear gratuitamente y de forma persistente puede generar rechazo y ser un repelente de oportunidades, pues se relaciona con la vanidad y la prepotencia».