Si deseas retener a tu personas y te enorgulleces de cuidar el talento, asegúrate de que las vacaciones sean sagradas. Es sentido común que necesitamos desconectar y descansar, pero hoy en día parece que requerimos que lo avale la neurociencia y todo tipo de investigaciones, como esta, para respetarlas.
Una reciente encuesta de Visier, titulada «Working on Vacation Makes Employees More Likely to Quit: New Survey», realizada a 1.000 empleados de tiempo completo en Estados Unidos, arroja luz sobre una creciente preocupación entre la fuerza laboral: trabajar durante las vacaciones puede estar directamente relacionado con una mayor probabilidad de renunciar al empleo. El estudio, según explica Catherine Cheek, revela que un alarmante 20% de los trabajadores han renunciado a sus puestos después de regresar de un período vacacional.
El informe muestra que casi la mitad de los encuestados (44%) contemplaron la idea de dejar su trabajo mientras estaban de vacaciones, y un 12% aprovechó el tiempo libre para buscar activamente nuevas oportunidades laborales. Más preocupante aún es que un 11% de los trabajadores se sintieron agotados tras su descanso, lo que plantea serias preguntas sobre la calidad y el verdadero descanso que ofrecen las vacaciones bajo ciertas políticas empresariales.
Conexión constante: un riesgo para la estabilidad laboral
Según la encuesta, más de la mitad de los empleados (56%) se mantuvieron conectados al trabajo durante sus vacaciones. Este grupo no solo revisaba correos electrónicos ocasionalmente, sino que algunos participaron en reuniones y completaron tareas, con una presencia significativa de empleados jóvenes, especialmente de la Generación Z y los Millennials, quienes mostraron menos propensión a desconectarse completamente del trabajo.
Esta tendencia de permanecer conectado se traduce en un aumento del descontento y la desvinculación laboral. De hecho, aquellos que se mantuvieron «muy conectados» durante las vacaciones tuvieron una probabilidad del 36% de renunciar, mientras que aquellos que fueron requeridos a trabajar mientras estaban oficialmente de vacaciones registraron una probabilidad del 34% de hacer lo mismo.
Diferencias demográficas y momento de la renuncia
La encuesta también destacó diferencias demográficas significativas en las tasas de renuncia. Mientras que hombres y mujeres pensaron en renunciar en proporciones similares durante las vacaciones, los hombres mostraron una tendencia 5% mayor a llevar a cabo la renuncia. Además, las generaciones más jóvenes como los Millennials y la Generación Z tendieron a renunciar con más frecuencia post-vacaciones en comparación con la Generación X y los Baby Boomers, quienes mostraron una menor propensión a dejar sus empleos.
Implicaciones para los empleadores
Estos hallazgos sugieren que las empresas deben reevaluar cómo gestionan las vacaciones y el tiempo libre de sus empleados. Implementar políticas que fomenten la desconexión completa durante las vacaciones podría no solo aumentar la satisfacción y el bienestar del empleado, sino también mejorar la retención a largo plazo. Es crucial que los empleadores presten especial atención a los grupos más vulnerables, como los jóvenes profesionales y aquellos con responsabilidades de cuidado, quienes podrían beneficiarse de intervenciones específicas como entrevistas de permanencia y seguimientos post-vacacionales.
El estudio de Visier ofrece una perspectiva crucial sobre la importancia de las políticas de vacaciones saludables y su impacto en la dinámica laboral. A medida que más empleadores y empleados reconocen los beneficios de un verdadero descanso, con atención a la desconexión digital, podría ser el momento de replantearse cómo y cuándo trabajamos, incluso cuando estamos fuera de la oficina.