Realmente sabemos poco de la Gen Z en el mundo laboral porque los mayores tienen ahora en torno a 25 años. Sí sabemos que es, sociodemográficamente, la generación más diversa, con un número creciente de orígenes étnicos o de país ,ya que aproximadamente el 20 % son de origen extranjero ya sea en primera o segunda generación (marroquíes, rumanos y colombianos, principalmente).
Las tecnologías relacionadas con Internet han cambiado radicalmente la velocidad, la escala y el alcance de las comunicaciones humanas, lo que ha dado lugar a cambios significativos en la forma de trabajar, jugar, comprar, encontrar amigos y conocer a otras personas. Para la Generación Z, al ser nativos digitales, la norma que han experimentado desde niños es un mundo que funciona a gran velocidad, escala y alcance. Eso les ha permitido desarrollar una facilidad de uso muy temprana con potentes herramientas digitales que les permiten ser autosuficientes, además de colaborativos. Del mismo modo, al poder conocer a personas y culturas de todo el mundo desde muy pequeños, han desarrollado un mayor aprecio por la diversidad y la importancia de encontrar sus propias identidades únicas.
Críticas a los Gen Zers
Durante cierto tiempo, la gente les ha criticado por considerarlos una generación demasiado mimada y «blanda». A los Gen Zers se les acusa de estar poco dispuestos a crecer. Pero gran parte de ese juicio negativo proviene de una mala interpretación de lo que es crecer en el mundo actual en comparación con cómo crecieron sus mayores. Por ejemplo, la Generación Z ha sido criticada como perezosa porque dedican mucho tiempo al ocio online. Pero muchos de ellos han estado ganando bastante dinero en Internet a través de una variedad de actividades. Otro ejemplo se refiere al carné de conducir: en mi generación de boomer la obtención del carné de conducir era un rito de paso hacia la edad adulta, por eso nos extraña que la Generación Z tenga poco interés en sacarse el carné cuando cumplen los 18 años, pero esta crítica no tiene en cuenta que los miembros de la Generación Z no tienen necesidad de conducir porque tienen fácil acceso a servicios de transporte como Uber y Cabify. Tampoco valoran el coche como símbolo de estatus y, al contrario, su conciencia sobre la sostenibilidad les hace rechazarlo.
Desafíos de los Z
Los jóvenes de la Generación Z se enfrentan a desafíos en el mercado laboral, debido a la pandemia, como la falta de experiencia y la dificultad para encontrar empleo. Basta con echar una ojeada a los portales de empleo para ver que los puestos junior normalmente requieren 2-3 años de experiencia. Eso hace que muchos acaben aceptando trabajos por debajo de sus cualificaciones para entrar en el mundo laboral, pero eso les supone una cierta crisis personal de autoestima que se manifiesta en muchas esferas de su vida.
Tampoco se suelen adaptar bien a las estructuras muy jerárquicas y tiene dificultad en operar eficientemente con jefes que abusan del estilo “ordeno y mando”.
Para aquellos que ahora están experimentando a la Generación Z en el lugar de trabajo, mi consejo es que reconozcan que estos nuevos trabajadores están acostumbrados a trabajar en colaboración y con flexibilidad, con la vista puesta en ser eficientes a la hora de hacer el trabajo. Son pragmáticos y valoran la comunicación directa, la autenticidad y la relevancia. También valoran el autocuidado. Tienen más tendencia a cuestionar las normas y la autoridad que las personas mayores cuando tenían la edad de los Gen Zers, porque están acostumbrados a encontrar lo que necesitan por sí mismos.
Oportunidad de talento
Hay que ver el tema con cierta perspectiva temporal: para muchas organizaciones esta generación es la mejor esperanza de renovar su fuerza laboral y contar a medio plazo con el talento que necesitan. No solo hay un declive demográfico general, sino que la empleabilidad de un numeroso grupo de jóvenes es limitada por falta de formación adecuada.
En el futuro, si las organizaciones quieren mantener diversidad generacional deberán hacer un esfuerzo para atraer un talento que cada vez será más demandado.
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Esta reflexión nace de un artículo de la periodista Montse Mateos, que contó con mi opinión para elaborarlo. Los reclutadores empiezan a desconfiar de la ‘Generación Z’.