En entornos directivos cada vez más complejos, interconectados y multifacéticos, emerge con fuerza la figura del perfil transversal, caracterizado por su versatilidad y capacidad para aplicar habilidades y conocimientos en diversos sectores y disciplinas. Estos profesionales son especialmente apreciados por su habilidad para adaptarse rápidamente a distintos entornos y desafíos, lo que les permite afrontar con éxito desde la gestión de proyectos complejos hasta el liderazgo de equipos multidisciplinarios.
Sus competencias clave incluyen la comunicación efectiva, el pensamiento crítico, un liderazgo adaptable y una profunda capacidad de gestión de proyectos. No menos importantes son sus habilidades interpersonales y emocionales, que facilitan la colaboración y el liderazgo dentro de equipos diversos. La transición hacia un perfil transversal suele darse a través de la exposición a roles multifuncionales, el trabajo en ambientes internacionales o multidisciplinarios y un compromiso con la formación continua.
Los sectores que más valoran estos perfiles incluyen áreas de rápida evolución e innovación como la tecnología, la consultoría, las finanzas, la salud y la educación. En el ámbito empresarial, las startups y las compañías en proceso de transformación digital o expansión global son particularmente propensas a buscar estos profesionales dada su capacidad para manejar la incertidumbre y fomentar la innovación.
Roles destacados para perfiles transversales van desde el Chief Operating Officer (COO), que supervisa la operativa integral de una empresa, hasta el Chief Strategy Officer (CSO), que combina análisis detallado y visión a futuro. Además, los roles relacionados con la gestión del cambio y la transformación digital están ganando terreno, ya que requieren la capacidad de liderar adaptaciones estratégicas en múltiples niveles organizativos.
Pros y contras del perfil transversal
Pros: La flexibilidad y la capacidad de adaptación de estos perfiles son cruciales en tiempos de cambio, facilitando la innovación y la integración eficaz de equipos multidisciplinarios.
Contras: Existe el riesgo de formar profesionales que, si bien son competentes en diversas áreas, no alcanzan la profundidad necesaria en especializaciones técnicas esenciales, llevando al fenómeno del «Aprendiz de mucho, maestro de nada», especialmente en campos donde la especialización avanzada es crucial.
Para cultivar un perfil transversal exitoso, es vital adoptar un enfoque consciente hacia el aprendizaje y desarrollo profesional. Esto implica involucrarse en una variedad de proyectos, buscar roles que presenten nuevos desafíos y comprometerse con una formación continua que abarque tanto habilidades blandas como técnicas. Mantener un equilibrio entre especialización y habilidades transversales es esencial, así como desarrollar una red profesional diversa que enriquezca la perspectiva y experiencia del individuo.
Elementos clave para el desarrollo de un perfil transversal:
- Formación continua: Participar activamente en aprendizajes constantes y en áreas variadas.
- Experiencia práctica: Explorar oportunidades que permitan la aplicación de habilidades en distintos contextos.
- Mentoría y redes: Aprovechar la experiencia de otros y construir una red profesional diversa.
- Autoevaluación y ajuste: Revisar y ajustar regularmente el enfoque personal hacia el desarrollo de habilidades transversales para asegurar un balance adecuado entre amplitud y profundidad.
El perfil transversal representa no solo una estrategia de carrera viable, sino una respuesta necesaria a las demandas del mercado laboral contemporáneo, que exige una capacidad cada vez mayor para navegar entre disciplinas y sectores de manera efectiva y con visión de futuro.
(Este análisis surge de mi participación en el reportaje «Qué hacer para ser un profesional polímata», de la periodista Montse Mateos, junto a otros expertos).