En el ámbito del reclutamiento, se suele poner mucha atención en el «no» que proviene del cazatalentos o headhunter. Sin embargo, es esencial abordar también el «no» desde la perspectiva del candidato, una respuesta que, aunque menos visible, influye considerablemente en el proceso de selección.
Históricamente, las llamadas de headhunters durante el horario laboral eran vistas con rechazo. Era una época en la que la estabilidad laboral se valoraba intensamente y el mercado ejecutivo mostraba menos dinamismo que en la actualidad. Una llamada de un reclutador solía interpretarse como una interrupción indeseada más que como una oportunidad.
Sin embargo, la aceleración de la economía y de las industrias, junto con la aparición de redes sociales y plataformas digitales, ha transformado este panorama. LinkedIn, por ejemplo, ha revolucionado la forma en que los profesionales interactúan con el mercado laboral, proporcionando un espacio donde se pueden explorar oportunidades de empleo de manera discreta y sin la necesidad de interacciones directas que podrían resultar incómodas. Además, herramientas como WhatsApp han facilitado una comunicación instantánea y menos intrusiva, permitiendo intercambios más fluidos y oportunos para ambas partes.
Esta transformación empresarial y digital ha modificado la percepción y la receptividad de los candidatos hacia los contactos de headhunters. Ahora, un «no» de un candidato puede ser una decisión bien considerada, basada en una evaluación constante y en tiempo real de las oportunidades de carrera disponibles.
El futuro del «no»: puertas abiertas a futuras oportunidades
Es crucial reconocer que un «no» hoy no necesariamente cierra la puerta a futuras oportunidades. En el mundo del reclutamiento, cada interacción, incluso aquellas que terminan en rechazo, son oportunidades para establecer una relación a largo plazo. Los headhunters eficaces comprenden que el contexto y las circunstancias de los candidatos pueden cambiar, lo que podría hacer atractiva una oportunidad previamente descartada.
Razones para mantener el contacto:
- Evolución profesional: Los candidatos evolucionan y adquieren nuevas habilidades y experiencias que pueden hacerlos adecuados para futuras posiciones que anteriormente no eran relevantes.
- Cambio de circunstancias: Las situaciones personales y profesionales cambian. Lo que no era factible en un momento dado puede serlo más adelante, debido a cambios como la reubicación o la búsqueda de nuevos desafíos.
- Desarrollo de la marca del empleador: Un contacto respetuoso y considerado, incluso después de un rechazo, puede mejorar la percepción del empleador ante el candidato. Esto fomenta una imagen positiva de la empresa que puede ser crucial para futuras contrataciones.
- Networking: Cada candidato también tiene su propia red de contactos. Un enfoque respetuoso y profesional puede llevar a recomendaciones y referencias, ampliando el alcance a potenciales candidatos de calidad.
- Insights del mercado: Los candidatos que dicen «no» pueden ofrecer percepciones valiosas sobre cómo mejorar las ofertas de empleo o las tácticas de reclutamiento, proporcionando información crucial desde la perspectiva del candidato.
Reflexionar sobre el «no» del candidato nos obliga a considerar la importancia del respeto por su tiempo y situación actual. Cada «no» es una oportunidad para aprender y adaptar estrategias de acercamiento, resaltando la importancia de entender no solo cómo se presenta una oportunidad, sino también el momento y la manera en que se hace.
Entender ambos lados del «no» en el proceso de reclutamiento humaniza el proceso, puede conducir a estrategias más efectivas y empáticas, y mejora la experiencia para reclutadores y candidatos por igual. Este enfoque holístico puede llevar a mejores coincidencias entre empresas y talentos, beneficiando a toda la industria.
Estos puntos nos ayudan a entender que un «no» no es el final de una conversación, sino parte de un diálogo continuo que puede ser beneficioso a largo plazo. Al adoptar una visión más amplia y considerada del proceso de reclutamiento, tanto headhunters como candidatos pueden construir relaciones más duraderas y fructíferas, que eventualmente podrían convertir un «no» anterior en un «sí» futuro.