La comunicación no verbal desempeña un papel crucial en cualquier entrevista de trabajo. Es el reflejo silencioso de tus palabras y puede fortalecer o debilitar la impresión que dejas. Durante una entrevista, algunos gestos y comportamientos específicos pueden ayudarte a proyectar confianza, sinceridad y apertura.
A continuación, verás algunos consejos fundamentales para manejar eficazmente tu lenguaje corporal en esos momentos decisivos.
- Mantenimiento del contacto visual
El contacto visual es uno de los componentes más significativos de la comunicación no verbal. Al final de una entrevista, asegúrate de mirar a los ojos a tu interlocutor, tanto al hablar como al escuchar. Esto demuestra seguridad y muestra un claro interés en la conversación. Un buen contacto visual transmite que eres sincero y estás comprometido con la discusión.
- Firmeza en el saludo
El apretón de manos es el primer y último contacto físico que tendrás con tu entrevistador. Debe ser firme y acompañado de un contacto visual sincero y una sonrisa genuina. Esto no solo establece una conexión inicial positiva, sino que también deja una impresión duradera de confianza al despedirte.
- Control de la postura
Tu postura habla mucho antes de que lo hagas tú. Al estar sentado, mantén la espalda recta y evita encorvarte. Una postura erguida no solo es saludable, sino que también comunica seguridad y confianza. Asegúrate de que tus manos estén visibles y evita jugar con objetos pequeños como bolígrafos o papel, ya que esto puede distraer y señalar nerviosismo.
- Gestión de los gestos
Es vital controlar los gestos nerviosos, como tocarse el rostro o tamborilear con los dedos. Estos movimientos pueden desviar la atención de tus palabras y hacer parecer que estás inseguro o distraído. Mantén las manos en un lugar neutral y usa gestos de manera consciente para enfatizar puntos importantes, sin exagerar.
- Control de las expresiones faciales
Las expresiones faciales deben ser naturales y apropiadas al contexto de la conversación. Evita reír nerviosamente o mostrar tics nerviosos, ya que pueden interpretarse como falta de seriedad o exceso de ansiedad.
- Respeto por el espacio personal
Mantén una distancia adecuada con tu interlocutor. Inclinarse demasiado hacia adelante o invadir el espacio personal del entrevistador puede ser visto como agresivo o demasiado ansioso. Es crucial encontrar un balance que denote interés pero que al mismo tiempo respete el espacio personal de cada uno.
- Escucha activa
Finalmente, la escucha activa es tan crucial como lo que dices. Demuestra que valoras las palabras de tu interlocutor y que estás genuinamente interesado en la conversación. Las personas que escuchan activamente tienden a responder de manera más acertada y pertinente, cerrando la entrevista con una nota positiva.
Y es que el lenguaje corporal al final de una entrevista puede ser tan determinante como en cualquier otro momento de la conversación. Estos consejos te ayudarán a dejar una impresión de confianza y profesionalidad, aumentando tus posibilidades de éxito en el proceso de selección.
De hecho, estiman los expertos que la comunicación no verbal supone un 65% frente al 35% de lo que transmitimos con nuestras palabras.
«Lo más importante en la comunicación es escuchar lo que no se dice». – Peter F. Drucker