De qué sirve la impaciencia si los procesos de selección son eternos

Andrés Fontenla, socio director de Recarte & Fontenla, sabe muy bien que la impaciencia no es buena consejera durante un proceso de selección. Como le explica al periodista de Expansión, Tino Fernández, «cada proceso de selección lleva su propio ritmo. Están a expensas de los vaivenes del mercado y de las circunstancias y necesidades de las empresas, y es muy importante tener paciencia, resistir y saber comprender la situación, siempre que se esté bien informado».

Nuestro socio añade que en un escenario laboral de digitalización y dinamismo todo parece inmediato, pero como aclara: «eso hay que saberlo gestionar. Al candidato no se le puede tener ignorado, pero tampoco sobrepasado de información. La inmediatez y la urgencia deben ser contenidas».

Andrés Fontenla asegura que los procesos de selección no tendrían por qué ser tan largos: «La tecnología facilita acelerar la fase de investigación de las personas e identificarlas, pero a la vez esto permite alcanzar a más personas, y provoca asimismo una ralentización, porque hay más candidatos target».

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