La entrevista es uno de los momentos de la verdad durante un proceso de selección. Nuestro socio director Carlos Recarte aporta seis de las preguntas con el enfoque de las respuestas que a un head hunter le pueden convencer. Pero no solo, también desvela la clave de las claves: una actitud con mucha inteligencia emocional.

  1. ¿Dónde te ves dentro de cinco años? El entrevistador quiere saber más sobre tus objetivos profesionales y cómo encaja este puesto en tu plan a corto, medio y largo plazo. Por eso, todo debe tener una respuesta coherente con lo que uno ha ido desarrollando en cada etapa profesional y cómo hemos ido progresando en nuestra carrera, haciendo ver lo que te ha ayudado a aumentar tus conocimientos y a seguir desarrollando tus habilidades.
  2. ¿Cuáles son tus puntos fuertes y débiles? Para alguien que no esté preparado, estas preguntas pueden ser un gran obstáculo, incluso para algunos de los profesionales más experimentados. Sin embargo, si has preparado bien tus respuestas, estarás en una posición que te permitirá  transmitir seguridad y autenticidad.  En los puntos fuertes, hay que evitar  «presumir», lo mejor es utilizar ejemplos que ayuden al entrevistador a visualizar dichas fortalezas.  Pueden ser tanto relacionadas con conocimientos como con habilidades. En cuanto a los puntos débiles es lo que más le cuesta a los entrevistados. Es importante no mostrarse negativo al hablar de los puntos débiles. Una buena manera de defenderlos, es comentar lo que uno está haciendo para mejorar y de cómo lo ha logrado a medida que ha progresado en su carrera profesional y vital. Quiz has hecho algún curso de formación específico (temas digitales por ejemplo, o hablar en público…).
  3. ¿Por qué quieres trabajar con nosotros? Al responder a esta pregunta, uno tiene que demostrar al entrevistador que la empresa y el puesto de trabajo le apasionan ya que están muy alineados en lo personal y profesional con lo que está buscando o con su siguiente salto. Es importante que antes de la entrevista hayamos investigado todo lo posible en internet, noticias de la empresa, valores, cultura, productos, localizaciones, y en el caso de tener tiendas, restaurantes, supermercados, hoteles… los hayamos visitado antes y así tener una opinión de las cosas que se han visto bien y los aspectos mejorables. Esto denotará interés por nuestra parte. Hay que tener en cuenta que de alguna forma nos contratan para solucionar problemas por lo que debemos darles seguridad en que “no harán experimentos con gaseosa”.
  4. ¿Por qué crees que eres la mejor persona para este trabajo? La verdad es que aunque no sepas si lo eres, tienes que creerte que lo eres. He aquí algunas afirmaciones/habilidades a tener en cuenta: «Ejecuto y no requiero mucho seguimiento». «Se me da bien anticiparme a los problemas”…, como siempre acompañándolo de ejemplos concretos que respalden tus afirmaciones. Responder a esta pregunta es muy parecido a escribir una buena carta de presentación: tienes que relacionar tus habilidades y experiencia directamente con el puesto para el que te están entrevistando. Lo comentado en el punto anterior, en cuanto a informarse bien sobre la empresa, cultura, valores, facturación, presencia… antes de la entrevista es crucial. El encaje cultural es de los aspectos más importantes en cualquier proceso de selección.
  5. ¿Cómo gestionas los conflictos en tu puesto de trabajo? Esta pregunta es una buena forma de destacar que tienes una fuerte inteligencia emocional, que los directores de contratación consideran una habilidad crucial. De hecho, a la inteligencia emocional se la valora más que un alto cociente intelectual. Demostrando tu capacidad de empatizar con los distintos tipos de personalidad, demostrarás que tienes una gran inteligencia emocional. Lo último que quieres hacer en una entrevista es expresar cualquier tipo de negatividad ni en criticar a otras personas con las que trabajaste en etapas anteriores.  En este caso, al igual que en las anteriores preguntas, debemos tener preparados ejemplos concretos que permitan al entrevistador visualizar la situación conflictiva y qué hicimos para superarla. Si haces hincapié en la misión de la empresa y en el objetivo del equipo en lugar de centrarte en los defectos de los implicados, demostrarás que estás orientado a los resultados y que puedes ver más allá de las dinámicas interpersonales y centrarte en el bien mayor.
  6. ¿Qué harás si eres contratado en tus primeros 90 días? La mejor manera de responder a esta pregunta es empezar con algunos detalles.  Es bueno dejar claro que no solo entiendes las responsabilidades del puesto, sino que también estás pensando en los objetivos a corto y largo plazo de esa función. Algunas ideas concretas de cómo podrías pasar tus primeros tres meses podrían ser: reunirte con los directivos de forma individual, para conocerlos discutir los detalles de los objetivos a corto y largo plazo. Trazar y priorizar los objetivos. Observar, preguntar, y aprender todo lo que puedas sobre la organización, estructura de poder de la compañía, cultura de la empresa y de las diferentes facetas del negocio.

Actitud, la clave de las claves

 Además de ser auténtico y creíble con estas u otras preguntas, no se puede olvidar que la actitud lo es todo, la única fórmula que ayudará a todo candidato a caminar con seguridad a lo largo del proceso para no perder su oportunidad en las primeras fases.

Por tanto, y como es de suponer, una parte fundamental es la educación. Saber escuchar y contestar a lo que se le pregunta, ya que muchos candidatos se dispersan y no son concretos, lo que genera inseguridad en el consultor. La capacidad de comunicación es un elemento crítico, saber estructurar el mensaje, de lo macro a lo micro, poner ejemplos, comentar el rol que uno tuvo en cada uno de ellos.

La cara inversa, pero igualmente importante, es saber hacer las preguntas adecuadas. Es decir, preguntas inteligentes que deben hacerse una vez el candidato ha explicado su trayectoria y le han explicado el proyecto/puesto de trabajo por el que ha sido citado.

Como siempre, la humildad, entendida desde el punto de vista de no presumir, hablar de equipo y evitar el “yoismo” son puntos ganados. Cuando uno presume en demasía, transmite arrogancia pero también denota inseguridad o algún tipo de complejo. Por otro lado, las empresas exitosas tienen equipos de alto rendimiento que no operan de manera individualista.

Otra clave es mostrar naturalidad, que no parezca que se está actuando. Ser agradable, cercano, de forma que el consultor pueda conectar mejor con el candidato.

Mucho de lo comentado tiene que ver con el manejo de la inteligencia emocional: la escucha activa, hablar de equipo, no rehuir de los temas conflictivos, comentar los aprendizajes… En definitiva, una gran capacidad técnica puede no ser suficiente si no manejamos la inteligencia emocional. Evidentemente todo depende de la cultura de la empresa, ya que no hay dos empresas iguales.

Y es que como dice la periodista Montse Mateos en su artículo “Qué responder a las 25 preguntas de una entrevista de trabajo”, en el diario Expansión: “La entrevista personal, el cara a cara -presencial o virtual- entre el aspirante a un puesto y el reclutador, es el punto de inflexión y la prueba definitiva que debe superar para conseguir un trabajo”. En este reportaje encontrará no solo las cinco preguntas de nuestro socio sino las otras 20 aportadas por otros expertos.

¡Buena suerte!

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Carlos Recarte

Socio fundador de Recarte & Fontenla. Más de 20 años en consultoría de executive search y desarrollo directivo, en renombradas firmas como Korn Ferry-Hay Group, Garrigues Human Capital y Overlap, liderando proyectos para grandes corporaciones y empresa familiar en diversos sectores.